José Luis Ábalos, former PSOE Organization Secretary and ex-Minister of Transport, appointed some female acquaintances to positions within public companies, as indicated by the ongoing inquiries into the so-called Koldo case. Ábalos, who is presently incarcerated awaiting trial, extended an offer to another woman, Leonor González, for an advisory role in the Ministry, according to the report on the hydrocarbons case prepared by The Guardia Civil's Central Operational Unit (UCO), which was released yesterday.
González figura entre los acusados en el asunto de hidrocarburos, y la Guardia Civil, al rastrear su dispositivo móvil, descubrió una charla con su pareja, Natán González. En ella, detallaba que el ahora exministro le había extendido una propuesta para que se uniera “como asesora en su gabinete con una remuneración mensual de unos 5.000 euros”. González declinó la oferta y no disimuló su malestar hacia Ábalos.
“Ábalos me ha ofrecido trabajar en su gabinete de asesores, por su puesto que me he negado, se lo he explicado a Víctor de Aldama [comisionista y uno de los líderes de la trama que también está investigado] porque al final tendríamos un problema y se vería él salpicado”, González communicated to his partner. “Me da igual el dinero, no puedo con él”, he added. And he concluded: “Ese tío es de los típicos que se piensa que te hace un favor y luego se lo cobra con creces. Me dan igual los casi 5.000 euros. Que se los meta por donde le quepa”.
El compañero sentimental de González tampoco guardaba una buena impresión de Ábalos, ya que finalizó el diálogo con una manifestación sumamente despectiva: “El chulo putas. Todo el día baboseándote”, apuntó en referencia al ex ministro, de acuerdo con la transcripción de los diálogos entre los implicados en la trama que recopilaron los efectivos de la UCO.
El informe de la Guardia Civil determina que la red, encabezada por el empresario Claudio Rivas y el intermediario Aldama, presuntamente asignó un millón de euros a “comprar la voluntad” del exministro José Luis Ábalos y otros funcionarios. La finalidad de los integrantes de la organización era “influir a través de José Luis Ábalos, entonces ministro de Transportes, en la resolución administrativa por la cual se otorgaría a la mercantil Villafuel la autorización para operar en el mercado mayorista de los hidrocarburos, pese al incumplimiento de los requisitos legalmente exigidos, todo ello a cambio de una contraprestación económica”.
Según las investigaciones, Ábalos accedió a las solicitudes de Rivas y recibió la suma de “un chalet en La Alcaidesa, previamente elegido por el ministro, por importe de 585.000 euros. El ministro dispuso materialmente de la vivienda, la disfrutó e incluso intentó su aprovechamiento económico, todo ello bajo la cobertura formal de un contrato de arrendamiento instrumentalizado cuyas cuotas no fueron satisfechas, con excepción de la primera mensualidad y la fianza”, de acuerdo con el documento.
The Civil Guard also believes that without the villa involved, Ábalos would not have yielded to the hydrocarbon plot's demands: “La correlación entre la compra de la casa y la firme convicción, por parte de los integrantes de la organización criminal, de que obtendrían la autorización de operador mayorista, fue percibida en su entorno como una relación directa de causa-efecto, circunstancia espontáneamente verbalizada como 'hijo puta el putero. Ha sido pillar la casa y le ha dado al botoncito', lo que denota que los interlocutores atribuían la concesión de la autorización a la compra previa de la vivienda pretendida por el ministro”, the UCO concludes.






