Buenos días,
Si usted es catalán tiene motivos para estar satisfecho porque muchos de los servicios sociales de su comunidad funcionan mejor que los que se ofrecen en otras partes de España. Ahora bien, tiene usted cara de pagano, porque por estar domiciliado en Catalunya, usted va a tributar muchos más impuestos que en cualquier otro lugar del estado. Las diferencias entre las distintas comunidades autónomas no hacen más que aumentar. El último estudio de la Airef, conocido este pasado viernes, concluye que la mayoría de las comunidades, especialmente las gobernadas por el PP, aplican bonificaciones fiscales para sus residentes, mientras que en Catalunya sucede lo contrario, ya que el Govern fija sus propios impuestos.
La diferencia con Madrid es muy clara. La comunidad presidida por Isabel Díaz Ayuso renunció a recaudar 7.463 millones de euros al reducir sus impuestos, aunque ingresó 158 millones por su propia capacidad normativa ejercida al alza. En Catalunya, se aplicaron bonificaciones fiscales a sus ciudadanos por valor de 1.328 millones, pero se compensaron con incrementos que llegaron a los 2.649 millones. Cada vez se acentúa más la diferencia entre ambas comunidades y, por ello, no es de extrañar que algunas empresas o particulares prefieran trasladarse a Madrid donde disfrutarán de mejores ventajas fiscales. Salvador Illa se queja de lo que llama “competencia desleal y dumping fiscal de Madrid”, pero la realidad es la que es y no parece que la Generalitat vaya a cambiar su política impositiva.
Un dato más que elocuente: el 45,45% de toda la recaudación del impuesto de patrimonio del periodo 2014-2019 fue ingresada por contribuyentes residentes en Catalunya. Fueron algo más de 2.900 millones de euros de una recaudación total superior a los 6.400 millones. En ese mismo periodo, los residentes en Madrid se ahorraron como mínimo 5.200 millones gracias a la bonificación del 100% de los impuestos de la comunidad.
La iniciativa de anteriores gobiernos de la Generalitat de tener las manos libres para fijar sus propios impuestos se ha convertido en un boomerang, ya que las comunidades del PP optan por reducir o directamente eliminar la presión fiscal, y quien se resiente son las empresas y particulares catalanes.
El presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, considera que Catalunya vive un “infierno fiscal”, en referencia principalmente al impuesto de patrimonio y mantiene que su estrategia pasa por eliminar el gravamen “por lo civil, por lo criminal o por lo penal”, incluso si hace falta llegar hasta el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo para eliminarlo. Madrid o Andalucía decidieron eliminar este impuesto hace ya unos cuantos años.
En paralelo, el Govern y Esquerra siguen negociando con la vicepresidenta María Jesús Montero, la reforma del sistema de financiación autonómica que supondría un respiro económico para todas las comunidades, y especialmente la catalana. Como informa Pedro Ruíz Claveria, las negociaciones avanzan muy poco a poco y de aprobarse el nuevo modelo en octubre se ha pasado al mes de diciembre. A ver si hay suerte. Las posiciones de PSC y ERC están muy alineadas, pero el problema es convencer a una Montero que tiene cada vez más cerca las elecciones en Andalucía, donde será candidata. Sea cual sea el acuerdo final, independientemente de si beneficiará más a Catalunya que a otras comunidades autónomas, el titular de muchos medios ya está escrito: Montero beneficia a Catalunya. Por eso, la política socialista va con tanto tiento para cuadrar todo el círculo.
Quien firma este artículo, residente en Catalunya y, por tanto, pagano de muchos impuestos, se siente satisfecho de contribuir a ayudar a su país. Y no está tan preocupado por lo que paga, sino por cómo se distribuye después su dinero. Esto sí que es un problema. Le gustaría que gracias a la IA y al avance tecnológico, el Gobierno fuera capaz de explicar mejor como se gasta el dinero que recibe de los contribuyentes. Y también opina que Catalunya, igual que la Comunidad Valenciana o Baleares, merecen una mejor financiación. Bienvenido sea el nuevo modelo si lo logra corregir.
Esta semana me ha tocado a mí participar en los encuentros que La Vanguardia organiza con los suscriptores. Aquí lo pueden ver. Y ya puestos, les dejo también la entrevista más personal que Cristina Puig me ha realizado dentro del ciclo que organiza el Col.legi de Periodistes, desde que empecé como redactor de sucesos hasta hoy, pasando por una compañía de aviación.
ESTAS SON MIS RECOMENDACIONES DE ESTA ÚLTIMA SEMANA QUE CREO QUE NO SE PUEDEN PERDER:
Pier Giorgio Sandri nos revela cómo mueven de forma circular las distintas inversiones las principales compañías de IA.
Antonio Cerrillo hace un ejercicio explicativo ante la cumbre de Cambio Climático de Brasil que empieza hoy.
Carlos Márquez Daniel desvela el fracaso de la política urbanística del Ayuntamiento de Barcelona en relación con la reserva del 30% de la edificación para pisos a precio asequible.
Enric Juliana y Javier Gallego entrevistan a Santiago Abascal en un momento clave de Vox, que es la formación que más crece según todas las encuestas.
Y sobre el auge de las ideas de la derecha extrema, este reportaje de Begoña Gómez Urzaiz de cómo se vive este debate en nuestras aulas.
Análisis de Esteban Linés del último trabajo de Rosalía, que se ha convertido en un fenómeno planetario.
Sobre la inesperada y contundente victoria de Zohran Mamdani en Nueva York, les dejó aquí artículos de Daniel R. Caruncho, Francesc Peirón y Antonio Gutiérrez Rubí.
Brillante análisis de Carlota Guindal en el ecuador del juicio al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.
Los periodistas catalanes hemos celebrado un congreso. Les dejó aquí las explicaciones de las dos jornadas.
Y un recuerdo de Lluís Recoder y Josep Maria Carbonell a un buen amigo que nos ha dejado, el rector de la Universitat Ramon Llull, Josep Antoni Rom.
Y ESTOS SON MIS ARTÍCULOS DE LA PASADA SEMANA:
-Martes, 4 de noviembre: Un lío inevitable para el PP
-Miércoles, 5 de noviembre: Hay pícaros... y pícaros
-Jueves, de 6 de noviembre: Primera derrota de Trump
-Viernes, 7 de noviembre: Cómo mejorar el diario
-Sábado, 8 de noviembre: Un Mamdani en Barcelona
-Domingo, 9 de noviembre: Así crecen los populismos












