Buenos días,
El aniversario de la catástrofe de la dana de Valencia ha vuelto a poner el foco en Carlos Mazón, que sigue resistiéndose a abandonar su cargo pese a las evidencias cada vez más grandes de su pésima gestión. Es muy duro para las familias de los 229 muertos y para todos aquellos valencianos que vieron perder sus comercios, sus negocios o sus casas, ver como Mazón sigue sin asumir ninguna responsabilidad de aquella tragedia. El daño que el presidente valenciano está haciendo al partido y a la causa que dice defender es muy grande. Un año después seguimos sin conocer qué hizo Mazón durante unas horas de aquella fatídica tarde, mientras decenas de valencianos morían a causa de los aguaceros. Mazón ha pretendido pasar página con una remodelación de gobierno y la creación de una comisión de investigación parlamentaria que controla con la mayoría que tiene con Vox. Insuficiente.
Este próximo miércoles se va a oficiar un funeral de Estado como homenaje a las víctimas de la dana, en un acto que no pudo hacerse en el momento de la tragedia. Al acto se han invitado a 800 personas, entre los familiares y distintos representantes institucionales. Mazón ha anunciado su presencia, pese a que distintas organizaciones de afectados le han pedido que no acuda. Se esperan los discursos de tres portavoces de las familias y del Rey de España, en representación del Estado. No será un día cómodo para Mazón, todavía con memoria selectiva sobre lo que sucedió aquella tarde.
En La Vanguardia sí que nos acordamos de lo que sucedió aquel trágico día y como la delegación de periodistas que tenemos en Valencia, dirigidos por Salvador Enguix, nos advirtió de que estábamos ante una tragedia descomunal. De hecho, fuimos de los pocos periódicos que en la edición de papel del día siguiente destacamos en la portada la fotografía de las calles anegadas. Hablábamos de “varios muertos”, ya que en aquellas primeras horas el descontrol informativo de las autoridades fue tan grande que los datos no se conocieron bien hasta altas horas de la noche. Enguix junto a sus otros tres compañeros de la redacción en Valencia -Neus Navarro, Enrique Bolland y Héctor Sanjuán- no durmieron aquella dramática noche para explicar la magnitud de la catástrofe en nuestra edición digital.
Portada de La Vanguardia del 30 de octubre de 2024.
El día de tragedia, mientras Mazón comía en el restaurante El Ventorro con la periodista Maribel Vilaplana, en el diario discutíamos sobre las amenazas meteorológicas que se cernían sobre la zona. La redactora jefa de Sociedad de nuestro diario, Susanna Quadrado, le planteaba a Enguix la necesidad de enviar a Albacete a alguno de nuestros periodistas por las fuertes lluvias que estaban cayendo en la zona. Enguix, con la información que tenía ya, en ese momento, le dijo que el diluvio que iba a caer en el área valenciana iba a ser mucho más grande y que no tenía sentido moverse de esta comunidad. Las imágenes que nos empezaron a llegar a través de las redes sociales -esa noche sí que hicieron un gran servicio- nos confirmaron que estábamos ante una catástrofe incontrolable.
Un año después, la causa judicial sigue abierta. Les recomiendo los artículos que este fin de semana han escrito sobre el tema nuestros periodistas en Valencia. (Carlos Mazón, ante la responsabilidad de la tragedia valenciana, Las heridas siguen abiertas un año después de la dana y ¿Quién tomó las decisiones en la dana del 29-O?). La jueza instructora del caso considera que la mayoría de las muertes se podrían haber evitado si la Generalitat hubiera avisado a tiempo. Mazón, por su condición de aforado, no está siendo investigado por la magistrada. Puede ser una de las causas por las que el dirigente valenciano no ha presentado la dimisión. La imagen del presidente de la Generalitat comiendo hasta media tarde con una amiga periodista, mientras nadie de su Administración avisaba a la ciudadanía de la catástrofe que se avecinaba es algo que le perseguirá toda la vida.
Mazón alega, como razón para no dimitir, que quiere estar en primera línea en la fase de reconstrucción de los destrozos de la dana. Es el mismo argumento al que se agarra el presidente nacional del partido, Alberto Núñez Feijóo, cuando dice que el futuro de Mazón dependerá de como vaya esta fase de recuperación de la Comunidad Valenciana. Feijóo no ha podido obligar a Mazón a dimitir y no le queda otro remedio que defenderlo en público y recurrir al comodín de atacar al Gobierno de España por considerar que no ha ayudado lo suficiente a la Generalitat. Pero cada día que Mazón sigue al frente de la Generalitat es un desgaste también para Feijóo y es un argumento fácil para el PSOE en la gran batalla electoral que se avecina en los próximos meses. Mazón es una gran carga para Feijóo. Ya lo fue cuando pactó con Vox, sin consultarlo con la dirección nacional, y dio argumentos a Sánchez para recuperar terreno en las últimas elecciones generales.
Esta última semana, la familia de La Vanguardia ha vivido con dolor la muerte de Lluís Permanyer. Los lectores habrán podido comprobar el cariño y el respeto que la Redacción le tenía. Era nuestro referente y difícilmente va a poder ser reemplazable. Hay veces que tenemos la sensación de que los periodistas que entramos y salimos del diario vamos cumpliendo nuestro deber y nos sucedemos unos a otros, cogemos el testigo que nos deja un compañero veterano y después se lo traspasamos a uno más joven que empieza. Siempre manteniendo el espíritu de La Vanguardia. En el caso de Permanyer, no hay sustitución posible. Es un vacío que no se podrá llenar. Les dejó aquí el artículo que escribió nuestro editor, Javier Godó, y las piezas de Sergio Vila-Sanjuán y Ramon Suñe. Descanse en paz.
ESTAS SON MIS RECOMENDACIONES DE ESTA ÚLTIMA SEMANA QUE CREO QUE NO SE PUEDEN PERDER:
El robo en el museo del Louvre y el ingreso en la cárcel de Nicolas Sarkozy son dos noticias muy negativas para Francia. Nuestro corresponsal en París, Eusebi Val, hace un buen análisis sobre esta crisis.
Sobre la amenaza rusa sobre Europa, no se pierdan este informe del Instituto para el Estudio de la Guerra.
Un ejercicio de nuestro equipo de narrativa visual a partir de una colaboración de Juan Antonio Giner sobre los periodistas y medios de comunicación más odiados por Donald Trump.
La fotoperiodista Laura Aruallán nos muestra la historia de los palestinos que se juegan la vida para intentar entrar en Israel a trabajar. Con una fotografía espectacular.
El tema de la vivienda nos ocupa y nos preocupa. Aquí les dejo un estudio del Consejo Europeo que desvela que Barcelona, Madrid y Lisboa son las capitales donde los ciudadanos destinan más dinero de su salario para poder pagar una vivienda.
En La Vanguardia hemos insistido mucho en la reivindicación de los enfermos de ELA. Nos complace anunciar que el Gobierno ha aprobado 500 millones para financiar la atención a su dependencia.
Hay muchos motivos para recomendar siempre a John Carlin, pero éste que elogia la fortuna de vivir en Barcelona merece su atención.
En una sociedad que se prima el ocio y la reducción del horario laboral, bien está atender las demandas del canciller Friedrich Merz para que los alemanes trabajen más. Nos lo cuenta Maria-Paz López en el suplemento Dinero.
Si usted tiene dudas sobre qué son las tierras raras y cómo China las controla, no se pierdan el reportaje y la pieza explicativa de Pier Giorgio Sandri
Homenaje de La Vanguardia al Espanyol en su 125 aniversario al juntar a un grupo de exjugadores de todas las épocas.
Y ESTOS SON MIS ARTÍCULOS DE LA PASADA SEMANA:
-Martes, 21 de octubre: Y la ministra rectifica
-Miércoles, 22 de octubre: Francia e Italia, del revés
-Jueves, de 23 octubre: La paz se aleja de Ucrania
-Viernes, 24 de octubre: Adiós a nuestro referente
-Sábado, 25 de octubre: Y ahora, el caballero blanco
-Domingo, 26 de octubre: Mazón ya tarda en dimitir











